
Me enamoré del chocolate de LG hace tres años que lo vi por primera vez. Me cautivó su diseño tan simple, las líneas definidas, los botones táctiles y el encantador “slide” que oculta el teclado numérico. Yo, como muchas personas, corrimos a comprarlo porque era el mejor. Su diseño me llenaba tanto que preferí conservarlo cuando cumplí un año con él. Estoy...