La fantasía y la realidad, tienen extrañas y fantásticas maneras de converger ocasionalmente hacia el mismo punto, dando como resultado situaciones, momentos u objetos por demás interesantes.
Comúnmente la tecnología es el catalizador de estos encuentros y es a partir de ellos, que de manera imperceptible, hemos desarrollado toda una cultura alrededor de increíbles y novedosos dispositivos con las más variadas funciones; desde almacenar 7,654 canciones, hasta captar imágenes en formato digital o enlazarnos en tiempo real a una video conferencia al otro lado del mundo.
Hoy en día, todas estas funciones son extremadamente comunes, pero si las contemplamos un instante desde una perspectiva ajena a la vorágine tecnológica de nuestra época, todos estos aparatos bien podrían ser parte del equipo de trabajo de un agente secreto o algún personaje semejante.
Los detectores ultrasónicos de movimiento WATT STOPPER, ejemplifican perfectamente a lo que me refiero. Presentan una tecnología verdaderamente única, ya que funcionan mediante la transmisión de una onda sonora generada por un cristal de cuarzo. Quién iba a creer que una pequeña piedra tuviera tal poder ¿cierto?
El sistema funciona así: Un transmisor emite la onda en forma omnidireccional al área controlada, para después rebotar y regresar al sensor. El movimiento en el área produce que dicha onda sonora, regrese a una frecuencia más alta o más baja que la original y con esto se logra la detección.
El funcionamiento de los detectores WAT STOPPER es sencillamente fascinante por su ingenio y su contribución tecnológica a la vida diaria.
A todos los lectores, les invito a abstraerse un instante de la incesante carrera tecnológica en que vivimos, y darse la oportunidad de sorprenderse con las maravillas que suceden a nuestro alrededor a cada momento del día.
0 comentarios:
Publicar un comentario